Novena: Primer Día

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Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, siervo fiel y amigo de Jesús ruega por mi que me encuentro en una gran necesidad.
Ya que la piedad cristiana te ha declarado Patrono y Abogado de las causas difíciles, ven en mi ayuda en esta gran necesidad en que me hallo.
Haz uso de este privilegio especial, que Jesús te ha concedido, y soluciona mi problema favorablemente. Todo lo espero de tu gran poder y misericordia. Así sea.
( El amigo de Jesús )


Judas Tadeo nace en Nazaret. En aquel tiempo en ese pueblo todos se conocen, todos se visitan y todos se ayudan.
La familia de Nazaret es un clan, un conjunto de parientes: tíos, sobrinos y primos, que no emplean para designar esa comunidad más que palabras que las de hermanos y hermanas.
Así creció el niño Judas y tuvo que mezclarse en intimidad con las personas y las cosas.
Su palabra tiene el sabor del terruño y la tonalidad que le son característicos. Habla poco y escucha mucho.
Y en ese mezclarse con todos conoce al muchacho Jesús.
Con El juega, con El camina, con El trabaja.
Y como el pueblo tiene una escuela dependiente de la Sinagoga, en ella estudian juntos, allí aprenden las Escrituras y leen la Historia de Israel.
Así un poco por el trato y otro poco por la sangre nació su amistad con Jesús, que era de una edad aproximada a la suya.

Oh glorioso San Judas Tadeo, que tuviste desde pequeño la suerte de formarte en la escuela de Jesús, enséñame las virtudes que ( Pídase la gracia que se desea conseguir )
Oh Cristo Redentor, que escogiste a San Judas Tadeo, para ser depositario de tu Buena Nueva, danos el conocimiento de las verdades reveladas.
R. Te lo pedimos, Señor.

Oh Cristo Redentor, que te mostraste glorioso a San Judas Tadeo el día de la Resurrección, haz que nosotros seamos también testigos y propagadores de tu misterio pascual.
R. Te lo pedimos, Señor.

Oh Cristo Redentor, que según lo habías prometido, confirmaste la predicación del Apóstol San Judas Tadeo, con todo género de milagros en favor de los necesitados, ven en ayuda de todos los que sufren.
R. Te lo pedimos, Señor.

Oh Cristo Redentor, que favoreciste a San Judas Tadeo con el carisma de solucionar las causas difíciles, ven a socorrernos en la necesidad que nos aqueja.
R. Te lo pedimos, Señor.

Señor Jesús, que pasaste por el mundo haciendo el bien a todos y diste a San Judas Tadeo el poder de solucionar los casos difíciles, míranos por su intercesión con ojos de misericordia y atiende nuestros ruegos. Así sea.


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